Copio en esta entrada una carta a su hijo de un matrimonio que abortó. Es lo suficientemente clara con lo que omito todo tipo de valoraciones. Creo que nos puede servir de reflexión para calibrar el valor de una vida.
La transcripción es literal, tal y como me ha llegado.
La transcripción es literal, tal y como me ha llegado.
Querido
Juan,
Somos mamá y papá. Hace unos años hicimos una
cosa muy mal hecha y evitamos que hoy puedas estar con nosotros. Queremos
pedirte perdón porque por nuestro egoísmo, los miedos al qué dirán y una enorme
irresponsabilidad te asesinamos antes de que pudieras estar con nosotros. Nos
ha costado mucho reconocer que lo que hicimos estaba mal, nos ha costado mucho
poder mirarnos a la cara y hablar de nuestro hijo mayor, que eres tú. Nos ha
costado una barbaridad asumir que hemos asesinado vilmente a una criatura como
tú. Perdónanos Juan.
Mira enano, ahora tienes unos hermanos a los
que les contaremos quien eres tú y porque no estás con ellos jugando y montando
en bici. Unos hermanos que sabrán que te tienen para todo lo que necesiten y
que, desde allí, donde estás, siempre cuidarás de todos nosotros.
Jorge ya tiene cinco años, María cumple tres
la semana que viene y Gonzalo empieza a dar sus primeros pasitos. En nuestro
cuarto hay un pequeño cuadro con la ecografía que te hicieron cuando nos
dijeron que mamá estaba embarazada. La guardamos y hace poco la hemos enmarcado
para tenerte siempre con nosotros. Muchas veces, cuando Jorge pasa delante del
cuadro dice “hola Juan”. Le hemos contado que tiene un hermano mayor, que estás
en el cielo y cuando sea más mayor le
contaremos tu historia y lo que tus padres hicimos.
Ojalá pudiéramos volver atrás, a la sala de
espera de esa clínica y no dar el paso nunca. Ojalá pudiéramos poder abrazarte
y besarte, arroparte por las noches. Ojala pudiéramos verte correr con Jorge en
el parque.
Escribimos esta carta con lágrimas en los
ojos porque, a pesar de lo que hicimos, te queremos muchísimo. Hoy es tu
cumpleaños y lo vamos a celebrar todos juntos en casa porque hoy cumples siete años. Le hemos dicho a Jorge y María que soplen las velas y están felices. Cuando vuelvan del colegio merendaremos todos juntos. Juan, hoy es
el día, aproximado, en el que tendrías que haber nacido, y para nosotros, cada
19 de septiembre será siempre tu cumpleaños.
Perdónanos Juan por lo mal que lo hicimos.Te queremos muchísimo.
Un grandísimo beso,
Papá, Mamá, Jorge, María y Gonzalo
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